lunes, 28 de noviembre de 2011

26. El ambiente visual.

La iluminación general habrá de tener un índice elevado; este será variable y dependiente de la tarea. Con una iluminación de 25 a 35 lux puede ser alcanzada una buena agudeza visual en ciertos trabajos y aquella será optima en todos con 250 a 350 lux; mas allá de esta proporción progresa con lentitud la capacidad visual. Cuando se desee lograr una mayor eficiencia será necesario, entonces, elevar este nivel a triple o cuádruple, aunque sin olvidar que en iluminación, como en calefacción, el grado excesivo es siempre sofocante y abrumador, y sobre todo cuando no existe equilibrio entre la luz general y la de las áreas de trabajo, que son las que requieren de mayor esfuerzo visual.
Para reducir al mínimo las frecuencias de adaptación de los ojos en los cambios constantes del campo de la tarea a las áreas periféricas no debe existir una gran diferencia de contraste entre ambas zonas. La máxima concentración de intensidad debe ser sobre el área de trabajo; cuando es fuera de esta y en sus alrededores se produce una distracción visual y un resplandor intolerable; el nivel mas corriente de iluminación en fabricas es de 325 a 375 lux.
Las diferencias pequeñas entre el campo de trabajo y el área circundante tienen poca importancia, pero si aquellas son excesivas se sitúa al ojo en sobreesfuerzo y este acusa, en mas o menos tiempo, según su capacidad de resistencia, una disminución de su agudeza, desarreglos y un estado de fatiga que se traducen en daño del rendimiento y de la calidad y en quebranto de la moral del trabajador.
La alta intensidad producida por reflejos tiene como máximo un limite de refracción en las paredes del 60%; toda área que sea mas intensa que la del trabajo desvía la atención de este y obliga a frecuentes acomodaciones de la vista y a una peligrosa tensión.
Techos, paredes y suelos
Los techos deben ser en blanco puro o algo neutro, particularmente cuando la luz es indirecta, y asi determinaran un factor de reflexión de 75 a 85 % , con un sistema de iluminación directo producirán un reflejo que reducirá algo el contraste entre las luces de ambiente y las directas.
Para evitar que las paredes parezcan excesivamente altas cuando las superficies de aquellas rebasen los cinco metros debe ser considerado el excedente como techo. Las franjas anchas en base o zócalos altos se habrán de considerar atentamente y en relación con su finalidad y efecto en las proporciones.
Las paredes en su parte superior deben tener un reflejo igual o aproximado al del techo- de 60 a 70 % si el suelo y los elementos inferiores son claros y de 50 a 60 % cuando estos sean oscuros- ; las partes inferiores de aquellas podrán estar dentro de unos limites de 50 %. Los matices a utilizar serán verde, azul, crema, ocre, gamuza y amarillo, todos claros; para las superficies pequeñas serán reservados colores mas valorados y saturados y algunos puros: verde, azul, amarillo, rojo, pardo, etc.
Los zócalos oscuros que son pintados en la base de las paredes para que disimulen la suciedad que se produce a nivel de los suelos son inefectivos porque establecen una línea continua y contrastante; estas partes bajas deben ser resueltas con el mismo color de las paredes aunque utilizando en ellas una pintura resistente y lavable. Los suelos serán grises o pardo-amarillos claros; si la gama general es para crear una sensación de calor pueden ser en un matiz rojizo cálido neutro y si, por el contrario, se ha de producir una sensación fría y tranquila, en azules o verdes agrisados, aunque relacionados con el color de las paredes y de acuerdo con el esquema general; su reflejo no debe exceder mucho al 25 %.
Las maquinas, elementos, mesas, etc., tendrán un reflejo de 25 a 30 %; estos serán claros si los suelos serán claros y mas intensos cuando aquellos sean oscuros, pero deben ser de cualidad clara para que reflejen una mayor proporción de luz en las partes de concentración del trabajo.
Tuberías:
La identificación de estas se verifica por medio de colores que se pintan por toda la extensión de ellas en las que van al exterior y por franjas de color al principio y en los terminales de los tubos, codos y uniones. El color general de las tuberías en los interiores, es el fondo o superficie adyacente.; los colores distintivos son los que se determinan a continuación:
  • Conducción de lubricantes líquidos -amarillo.
  • Conducción de aire -Verde.
  • Conducción de vapor -Rojo.
  • Conducción de agua dulce -Azul.
  • Conducción de combustibles líquidos -Violeta.
  • Conducción de gas -Gris.
  • Conducción de agua de mar -Pardo
Conductores eléctricos:
Para la distinción de cables conductores de corriente continua son utilizados los colores siguientes: En las de dos cables: rojo en el positivo y azul oscuro en el negativo; en las de tres cables igual que en la anterior y el cable neutro en blanco; en las de cinco cables: positivo extremo rojo; positivo intermedio, rosa; neutro, blanco; negativo extremo, azul oscuro y negativo intermedio, azul claro.
En las de corriente alterna monofásica será el cable neutro en gris, la primera fase en verde y la segunda en amarillo, y en la trifásica iguales que en la anterior el neutro y la primera y segunda fase; la tercera en pardo.
Oficinas:
La intervención del color en oficinas no es para crear una sensación agradable o la puramente estética que produce lo lindo con aquel sentido que se aplica en los hogares, teatros, cines, cafés, etc., sino para asegurar una atmósfera de calma y eficiencia, sin elementos que entretengan o distraigan la atención del empleado o trabajador y por medio de colores funcionales. Estos son utilizados como ya se ha dicho antes, al margen de toda consideración de gusto o cualidad artística y para eliminar contrastes molestos, reducir los constantes reajustes de los ojos, facilitar la visión y concentrar la visión en la tarea. Los comedores y lugares de descanso requieren, por el contrario, de un concepto diferente y permiten esquemas de colores mas atractivos y activos que distraigan y sean un placer para los ojos.
Unos despachos con un mobiliario anacrónico, mal iluminados y con paredes grises, sucias o cubiertas de un blanco irritante crean una atmósfera deprimente y tediosa y producen trastornos visuales, dolores de cabeza y un malestar físico que determinan un trabajo escaso y deficiente y unos irreprimibles deseos de evasión.
Las funciones burocráticas y toda labor de tipo intelectual requieren un esfuerzo sostenido de concentración y atención que solo puede ser desenvuelto dentro de un ambiente grato y sedante que estimule la gestación mental y posibilite un estado de emotividad favorable. Los casos que ilustran sobre la efectividad de la aplicación del color funcional en las oficinas son muy numerosos y en todos se manifiesta una gran mejora en el rendimiento y la calidad del trabajo, y como los colores adecuados a la función sirven para elevar la moral y proporcionar un clima físicamente cómodo y psicológicamente beneficioso.
El presidente de unas grandes oficinas a dicho que al pintar sus oficinas de acuerdo con un programa científico de color parece ser mas grande el despacho principal y que la impresión creada en los empleados y también en los visitantes es mucho mas confortable, pero lo importante es que se aprecia un notable aumento en el rendimiento y que la calidad del trabajo es superior. El director de una emisora de radio afirma que las quejas del personal por irritación visual y dolor de cabeza han cesado cuando fueron cambiados los colores del estudio y las oficinas.
Birren detalla una investigación realizada durante dos años de producción en unos servicios de gobierno americano para medir la eficiencia en el trabajo de un grupo de empleados que utilizaban maquinas de oficina. Un nuevo acondicionamiento del color determino un aumento del 37,4 % en rendimiento; este supuso una economía, en la nomina de noventicinco individuos, de 13.229 dólares, equivalente a un promedio anual de 139,25 por cada uno.
Por lo general, las viejas oficinas se destacan por su falta de luz; los suelos son oscuros y los muebles y archivos, que ocupan la mayor extensión del espacio útil, son también oscuros y tétricos. El empleado que llega a estos lugares de trabajo malhumorado por sus propios problemas o cansado de recorrer un largo y penoso trayecto en un medio de locomoción incomodo no encuentra en ellos un ambiente que eleve su espíritu, y aquel otro que arriba despejado y con ganas de trabajar pronto se desanima porque cuanto tiene a su alrededor es poco acogedor y depresivo. La oscuridad del ambiente se acentúa por mesas, estantes y maquinas oscuras o negras que absorben la luz y reducen notablemente su intensidad, tanto si aquella es natural como artificial.
Una oficina bien dispuesta, con muebles sencillos y modernos y colores ajustados, mantiene una atmósfera que inspira orden, facilita la visión clara y estimula la eficiencia y el rendimiento. Wilson dice que al reformar unas viejas y oscuras oficinas introdujo un nuevo esquema de color; las paredes fueron pintadas de un color melocotón claro, las puertas y archivos de un color pardo amarillo y claro y el viejo suelo fue sustituido por un piso de caucho en color algo mas claro que las puertas y añade: -El resultado fue inmediato y sorprendente. La luz eléctrica, que prácticamente estaba encendida todo el día, solo tuvo que ser utilizada en periodos de oscuridad. Las estufas eléctricas, que ardían constantemente porque ocasionaban un aspecto acogedor, solo fueron abiertas cuando la temperatura lo requería. En los doce meses siguientes a la nueva decoración el fabricante ahorro tanto en electricidad cuanto aquella le había costado, y la producción de la oficina mejoro en cantidad y calidad. Las mesas, que antes estaban llenas de papeles, quedaron milagrosamente limpias; todos se mostraban mas alegres, había mas colaboración, la puntualidad mejoro y las peleas disminuyeron. En este caso la introducción del color no solo proporciono dividendos sino que creo una total transformación-.
La índole y cualidad del trabajo deben constituir la base en que habrá de ser orientado el esquema general, pues en algunos casos convendrá hacer uso de la gama cálida y excitante, cuando la tarea requiera dinamismo y una sensación estimulante, y en otros ( como en las salas de estudio o departamentos en los que se imponga la reflexión ) de una gama fría, en colores sedantes y reposados. Aunque el esquema sea cálido las áreas de trabajo o superficies de mesa deben ser en un color frío o en gris claro para que la vista tenga un campo de descanso.
Los colores cálidos, como amarillo y naranja, con un verde, verde azul o azul en equilibrio y como conciliación, son excitantes y muy adecuados para estimular el intelecto en los trabajos de creación; también son utilizados aquellos en los departamentos de dirección y jefes porque sugieren mando y autoridad. En los despachos de pequeñas empresas o particulares puede haber un campo mas amplio para la fantasía y hacerse uso de esquemas mas variados y alegres, aunque dentro siempre del buen gusto y la dignidad y sin excesos grotescos. En todos los esquemas sea cual sea su cualidad, no deben ser utilizados colores puros sino matices pálidos o claros que no rebasen nunca una tónica intermedia.
De manera general son utilizados los colores verde claro o azul-verde claro con maquinas y mesas, y los matices marfil, crema, beige y gamuza pálidos en paredes; en las de una sala de computación atendida por personal femenino, puede ser muy alegre y activo un rosa sutil cuya cualidad es bien femenina, y ser resueltos los muebles y puertas con un verde-azul muy claro. También podrán ser pintadas las paredes con un verde-azul o azul agrisado suave, y si se quiere un efecto de contraste resolviendo las laterales o de fondo con un matiz melocotón o rosado, o las laterales y la de los lados de las ventanas con un gris perla claro, y la otra con cualquier otro color, claro también. Los pasillos, escaleras y piezas oscuras o que carezcan de luz natural deben ser pintados con amarillo claro o marfil. El techo, en todos los casos, debe ser en un blanco puro o levemente neutralizado, las paredes deben tener de 50 a 60 % de reflejo y los muebles, puertas y suelo de 25 a 30 %.
La luz natural es la iluminación mas confortable para los ojos y debe ser utilizada en su máximo rendimiento. Aunque el sol se proyecte directamente en las ventanas no debe ser interceptada su luz porque se considere molesta, sino que habrá de ser aprovechada difundiéndola y graduando su intensidad por medio de persianas de plástico; estas, al llegar la noche, sirven como reflectores de la luz artificial y en aumento de la potencialidad de esta.
Un campo de visión ligeramente oscuro será siempre mas beneficioso que otro intenso; si el área que circunda la de trabajo es mas intensa que la luz que esta ultima recibe, queda notablemente, reducida la eficiencia visual. La distribución de la luz artificial general habrá de ser uniforme y sin lamparas ni tubos fluorescentes al descubierto; las luces de estas serán cubiertas por pantallas o difusores y coordinadas con un sistema indirecto, de manera que la iluminación que transmita al techo y la de las lamparas sea casi análoga; esta será, como mínimo, de 325 a 350 lux.
En una oficina moderna todo debe estar bien situado proporcionado y en relación con la función y la eficacia. Mesas, sillas, armarios, computadoras, archivos, etc., deben armonizar bien entre si y no ofrecer discordancias de color o forma; cada cosa y todas habrán de dar la impresión de que son de una misma familia y de que tienen un carácter común, aunque sean muy distintas en formas y tamaños; sus colores y valores deben estar bien ajustados al conjunto arquitectónico y tener buena armonía, sin una variedad excesiva ni aquellas repeticiones que puedan producir una impresión de monotonía.
Escuelas
El color tiene una influencia muy vital en la vida del escolar. Las viejas escuelas, mal iluminadas, recargadas de elementos y con colores inadecuados , afectan notablemente al cuerpo mental y al físico del alumno y crean depresión, aburrimiento y cansancio, el ambiente de la escuela y las cualidades psíquicas de aquel tienen mas importancia que todos los modernos métodos de educación.
En la revista American Painter and Decorator se dice que al realizar un examen medico en una escuela, mas de la mitad de los alumnos revelaron una visión defectuosa. El director, atribuyendo la causa a mala iluminación, hizo pintar las clases de un color crema muy claro, los techos en blanco, el mobiliario y el suelo, que eran de madera, se dejaron en el color claro de esta, pero fueron recubiertos con varias capas de un barniz transparente. El porcentaje de afectados, que antes de la reforma era de 92 %, descendió después de aquella a un 27%.
Aunque algunos directores y profesores se interesan en la cualidad de la iluminación, no prestan atención al color, factor que tiene tanta o mayor importancia que aquella; cuando es adecuado y esta bien acondicionado, no solo facilita buena visibilidad, sino que también crea un ambiente que produce bienestar y aquel equilibrio mental que es tan indispensable en una labor de asimilación y estudio.
La selección del color en la escuela no es posible orientarla por el gusto personal o por un deseo de efectos mas o menos estéticos; su finalidad es que la visibilidad sea fácil y natural y que el ambiente resulte confortable. Un color muy claro, casi blanco, podrá ser excelente para aumentar la calidad de iluminación por el aumento de la luz reflejada, pero puede ser en muchos casos inconveniente, porque una intensidad excesiva es tanto o aun mas perjudicial que la escasa.
La luz suficiente en cantidad, bien distribuida y algo difusa evita toda sensación de fatiga ocular y determina beneficios incalculables en la moral del alumno y en sus rendimientos.
Los colores a evitar en paredes son el blanco por su gran poder refractivo, el negro por su potencia absorbente y los pardos o grises por análoga causa y también porque el ambiente que crean es triste y depresivo. Los colores mas eficientes son el verde, verde-azul claros por su efecto refrescante y calmante o el gris perla, el azul suave cuando se desea producir una impresión apacible y fría o en piezas muy soleadas, el amarillo, beige, gamuza, coral, melocotón o naranja y el rosa claros para estimular y crear una sensación de calidez en aulas orientadas al Norte o que tengan muy poco sol. De manera general se consideran como colores satisfactorios los verdes-azules, azules-grises, melocotón o rosa, todos de cualidad suave; estos podrán ser combinados de muy diferentes maneras para crear efectos de la mayor variedad. Una pared de fondo en un tono rosado o melocotón se puede combinar con paredes laterales en color complementario: verde o verde-azul o en tintas aun mas cálidas; un fondo en verde-azul, con laterales en un tono rosado o anaranjado o con tintas del mismo color, aunque en matiz mas claro u oscuro.
En los techos se debe usar siempre blanco, porque este, tanto con la luz natural como con la artificial, sirve para aumentar la intensidad de la iluminación. El porcentaje de reflejo de las paredes no debe exceder al 60%, pues cuando aquel es mayor determina un resplandor excesivo y crea dificultades y molestias en la visión. El mobiliario debe ser en madera natural, porque cuando esta limpio tiene un reflejo de 25%; el suelo no debe exceder este porcentaje.
Hoteles
La utilización del color tiene un enorme interés, no solamente desde el punto de vista económico por el gasto que supone la buena conservación de la pintura, sino porque los colores son factores de atracción, aspecto y confort.
La iluminación de la entrada y hall debe ser suave e indirecta, aunque en algunas partes de interés conviene utilizar una luz concentrada. El comedor y bar habrán de tener, asimismo, una luz suave y en las mesas una lampara incandescente de fulgor cálido que produzca una sensación de intimidad y ambiente acogedor. Los pasillos, salas de baile y grandes espacios requieren iluminación intensa.
En la selección del color intervienen la cualidad de temperatura local y la orientación.
Los colores cálidos se usan en las habitaciones que reciban la luz natural del Sur y Oeste, y los fríos en las muy soleadas o con luz del Nore y Este. De manera corriente los colores de la pared deben ser de un tono medio con tendencia clara y ligeramente agrisados. El gris perla es un buen color general para habitaciones, pudiendo ser animado por un cambio en la pared de fondo, que es resuelto con verde, verde-azul, azul o pardo en las piezas que tengan mucha luz o con crema, amarillo, rosa, gamuza en las oscuras. Cuando las habitaciones se pintan con un solo color, serán buenos los citados según sean las condiciones de la luz, aunque el azul debe ser excluido, porque siempre resulta depresivo. En los baños y vestidores son utilizados los colores cálidos: rosa o durazno. Cualquiera que sea el esquema de la habitación esta no debe ofrecer el aspecto frío de una clínica y ha de tener un ambiente acogedor y amable.
El mobiliario, cortinajes y alfombras serán en colores que contrasten con los de las paredes: cálidos si estas son frías, o contrariamente, fríos cuando sean cálidas. Los lavaderos deben ser en verde-azul claro y las cocinas y servicios del restaurante en blanco. En los corredores o pasillos oscuros se utilizan el amarillo, rosa o melocotón en tonos intensos; en los muy iluminados pueden ser utilizados el gamuza o un pardo cálido.
Como principio genérico a destacar, la iluminación intensa y los colores claros no requieren la atención hacia una determinada área y crean un interés visual en toda la pieza; la iluminación suave y los colores intensos desvían el interés de las paredes y techos y lo concentran en ciertas áreas y detalles, según haya sido dispuesto el color.
Los espacios dedicados al personal deben ser resueltos con colores psicológicos y alegres y buena iluminación, papa que asi sea influenciada la moral y también la atención de aquel.
Supermercados Y Establecimientos
El exterior de estos ejerce una acción análoga a la del embace o la presentación de un producto o libro sobre la emotividad del espectador, porque aquello que el publico ve de manera inmediata es lo que establece su buena o mala impresión primaria. En estos casos es peligroso regirse por el gusto personal, pues cualquier exceso, tanto en lo modesto o poco requirente como en la originalidad desenfrenada, puede crear un efecto totalmente negativo.
En la selección de colores debe ser conciliado el sentido psicológico del color con la armonía. El uso de unos colores vivos e intensos en un esquema que se considere llamativo puede determinar una respuesta opuesta a la pretendida y hacer fracasar el propósito. A la masa le agradan, de manera general, los colores lisos, claros y mas bien de cualidad reposada que las combinaciones de tintas agresivas y excitantes; una buena parte de los arquitectos entienden que el gusto medio del publico se inclina hacia los colores extremados, pero todas las comprobaciones e investigaciones han demostrado que la masa no acepta aquellos esquemas que tienen una cualidad violenta.
La pintura de una fachada de un establecimiento debe estar en relación con sus proporciones y forma, y también con el carácter y naturaleza de los artículos o materias que en el se expenden. El factor mas importante es una buena iluminación natural o artificial, porque esta es la que llama la atención y valora los colores del esquema; si lo constituyen colores claros, estos reflejaran la luz y aumentaran su intensidad. Los colores cálidos: rojo, amarillo, marfil, melocotón, rosa, gamuza, beige, etc., se usan para crear un ambiente alegre, y los fríos: azul, azul verde, turquesa, etc., sirven para acentuar la impresión de espacio y producir una sensación de reposo. Los tonos suaves de verde, verde azul o melocotón son atractivos como fondo de los productos; los soportes de estos podrán ser en gris o azul. Los techos habrán de ser blancos y las partes superiores de las paredes muy claras, para que el porcentaje de reflejo sea elevado. Los suelos y el mobiliario, estanterías, etc., deben tener un valor medio.
La región y el clima tienen importancia. En las de mucho sol son utilizados los colores cálidos en la fachada y en el interior los colores fríos y refrescantes; estos se animan por unas áreas o pequeños fondos de cálidos en los espacios en que sean expuestos los géneros para atraer la atención hacia ellos. En las regiones de poco sol la resolución será a la inversa, utilizando los colores fríos en el exterior y los cálidos en las dependencias.
En las salas de venta o piezas interiores es conveniente adecuar el color a la cualidad de la mercancía y a su publico. Las secciones de venta habrán de tener colores diferentes y bien ajustados a cada articulo; nunca se debe utilizar el esquema de una sección de ferretería para otra de artículos de belleza. El color estará fundamentado en su significación; el azul es un color que atrae al sexo masculino, y el rosa al sexo femenino. El departamento de modas requiere un color que permita la buena visibilidad de los colores claros y oscuros; un verde azul agrisado resuelve este propósito y es, además, el color complementario de la piel humana y el que mejor la destaca.
Cuando sea necesario armonizar la gama de color con la estación, son utilizados los colores cálidos en invierno, y los fríos en verano. Si estos actúan como fondos para otros colores, deberán ser neutralizados o agrisados; un beige de matices rojizos o un gris azulado claro serán, respectivamente, los mejores fondos para cualquier color en la estación fría o cálida.
Los artículos a vender deben ser destacados por cierta oposición con sus fondos; cuando aquellos son del mismo color y aunque tengan un valor algo distinto, se fundirán en estos; los que tienen tamaños pequeños y etiquetas multicolores requieren un fondo gris. En los establecimientos de comestibles es utilizado el blanco en mostradores y refrigeradores, el melocotón como fondo de las verduras, el verde azul para las carnes; en las florerías pueden ser utilizados los verdes suaves agrisados porque destacan las flores y el follaje.
El blanco, algo torcido, es muy bueno para venta y exposición de automóviles. En las joyerías el mejor fondo es el azul; también para artículos con superficies brillantes, como porcelanas, cristalería, etc.
El rojo es muy indicado para tiendas de muebles.
El gris perla claro es utilizado como color general, para que destaque las áreas de colores algo intensos, en fondos de vitrinas y partes que convengan situar en valor. El amarillo no debe ser utilizado como fondo, pero puede ser útil en la pared de menor superficie de una sala larga y estrecha para que atraiga la atención y rompa la impresión de estrechez; también en las escaleras y áreas de ascensores.
Restaurantes Y Cafeterias
El efecto psicológico del color tiene gran importancia en todo establecimiento en que se sirven comidas; como estas son gustadas primeramente por los ojos que por el paladar, el color resulta tan importante como el sabor y el olor.
En un Restaurante especializado en pollos al espiedo fue cambiada la luz incandescente por otra de vapores de mercurio, pero por efecto de esta las aves asadas tenían un aspecto gris y sucio que ahuyentó la clientela. El dueño del establecimiento, dándose cuenta de la causa, rectificó, y al volver a usar una iluminación cálida, los pollos recobraron su apetitosa impresión anterior. Todo color de superficie es afectado por la cualidad del color de la luz y también por los colores próximos o ambientales, por el olor y la limpieza; el plato más selecto podrá crear una reacción repelente sí es servido bajo unos colores inadecuados en un comedor sucio y olores desagradables. Muchos alimentos y bebidas son más apreciados por su color que por su gusto; algunas frutas se colorean para que tengan una apariencia más rica; la mantequilla requiere un cálido amarillo suave, pues cuando es blanca y con tendencia fría todos la rechazan.
La luz fría y la cálida tienen características especiales que pueden ser utilizadas de manera efectiva. Las luces muy intensas y de cualidad fría son adecuadas para cafetería y bares; las suaves y de cualidad cálida para comedores de restaurantes, clubes de lujo y hoteles. Los primeros exigen de un ritmo acelerado en el servicio y de una cualidad estimulante para que el cliente se marche en seguida del local.
En los segundos, en que interesa una permanencia prolongada, la iluminación incandescente o cálida crea un ambiente confortable de calor y descanso que favorece, además, el destaque
y aspecto de la piel; como las luces de cualidad muy fría, fluorescentes o de vapores de mercurio, azules o azules-Verdes, producen un tinte azulado, que en ocasiones resulta lívido, solamente son usadas de manera indirecta o con fines decorativos.
El carácter o la clase de público es otro factor a considerar; para un sector de alto nivel los colores deben ser discretos y poco contrastados, y para otro más popular o en lugares de pasatiempo se pueden usar colores de más contraste y animación.
Un restaurante marinero no debe ser nunca tratado como una sala de té; el primero requiere azules y verdes con un buen contraste de naranja y rojo, y la segunda, colores más sutiles y en armonía de análogos con algún acento de animación.
Con mucha iluminación cálida deben ser usados colores de tendencia algo más fría, como azul o verde claros y marfil con un tapizado en rojo cálido o tostado. Con iluminación escasa o muy suave se utilizan verde agrizado, azul, Rosa, melocotón o gamuza. En algunos restaurantes, y para destacar la nota de limpieza, son cubiertas, en parte, las paredes con azulejos blancos y es pintado el resto de ellas y el techo también con Blanco, pero la impresión que se obtiene es tan fría e inefectiva como la de un hospital o cámara frigorífica.
Un aspecto que se descuida bastante en el restaurante es el color del servicio.
Las Fuentes y platos deberían ser en colores algo opuestos al de la comida; la mantequilla habría de ser servida en una mantequera o plato azulado o azules-verde que destacase su color; la ensalada en una fuente del color púrpura claro, la carne asada en un plato amarillo suave, el pan en una bandeja de color verde-azul, etc.; estos colores no serian puros, sino matices algo diluidos o levemente agrisados.
El mantel, así como el traje de las camareras, deberán ser en color algo opuesto al de las paredes; Si estas son en verde-azul, aquéllos serán en un rosa melocotón.
Todos los restantes colores que constituyan el esquema de conjunto pueden ser combinados en analogía o contraste; cualquier color discordante crea una nota molesta e inarmónica.
Hospitales Y Clinicas
Estas instituciones han sido pintadas tradicionalmente, y aun se siguen pintando, con un blanco deslumbrante, porque asi se entiende que son mejor satisfechos los requerimientos higiénicos. En el hospital o la clínica moderna ya no se usa el blanco, porque produce una sensación deprimente y yerta, y son utilizados colores, porque estos ejercen sobre el paciente una acción de bien reconocida terapia y también por sus efectos en el confort visual de aquel.
El color no es simplemente un factor de satisfacción estética, sino el medio que sirve para crear, tanto en enfermos y visitantes, como en el personal clínico, un efecto psicológico, peor, a estos fines, no todos los colores tienen análoga potencia ni utilidad; en su selección debe intervenir una razón de función, ya que en unas partes o sectores habrán de actuar de manera estimulante y alegre y en otras deben servir para calmar y manifestarse discretamente. Los colores serán escogidos conociendo sus propiedades terapéuticas, considerando sus potencias psicológicas y fisiológicas y tratando de evitar esa impresión severa y fría que es característica en las instituciones anticuadas.
Las salas de espera o visita pueden ser tratadas con variedad, aunque sin excesos en el color. Las paredes podrán ser pintadas con colores diferentes, pero que sean armónicos; si en dos de ellas se hace uso de un color gamuza, gris o verde-azul claro, las otras dos pueden ser resueltas con un color mas estimulante en rosa o melocotón. También es posible romper la impresión de un efecto monótono con un cambio menos ostensible, pudiéndose contrastar el melocotón o crema de las paredes con verdes o azules suaves en cortinajes y muebles o inversamente, si las paredes son en colores fríos pálidos con cortinas y muebles o alfombras en rosa o melocotón.
Los pasillos y escaleras algo oscuros tienen que ser pintados con colores claros y luminosos: crema, melocotón pálido, etc., para que reflejen la luz y la iluminación se intensifique. En las habitaciones de los pacientes las paredes se resuelven con matices suaves y agrisados: marfil, crema, rosa, gamuza, etc., que crean un ambiente refrescante, serán utilizados los tonos verdes, verdes-azules, porque estos ayudan a calmar el nerviosismo y la angustia. De manera general los tonos cálidos son adecuados para las habitaciones con poco sol y luz del Sur y los fríos para las soleadas y orientadas al Norte; los primeros convienen para convalecientes o pacientes de corta estancia y los segundos para aquellos de larga permanencia o enfermos crónicos. La impresión de calidez en un espacio cerrado y de poca luz podrá ser acentuada usando colores fríos en las habitaciones contiguas, o a la inversa.
Los techos no deben ser blancos, porque para los pacientes que están muchas horas o muchos días en el lecho y mirando aquellos, el blanco es deprimente y deslumbrante; su color debe ser en el mismo color que la pared, aunque en tonalidad mas clara.
Los quirófanos o salas de operaciones no serán pintados de blanco ni tampoco deberán estar revestidos en azulejos con ese brillo molesto y deslumbrante, que trastorna la función ocular. En las clínicas modernas , tanto las paredes y superficies como el indumento de los operadores y personal ayudante, son en verde-azul claro, porque es el color complementario de la sangre y al quedar suprimido el fenómeno del contraste sucesivo descansa la visión del operador y de sus colaboradores cuando apartan la mirada del área de trabajo.
Las piezas destinadas a fisioterapia, masajes y radioterapia habrán de ser pintadas con colores fríos, refrescantes y tranquilos, pero las de recuperación de miembros y ortopedia requerirán colores estimulantes. Las salas o habitaciones de pediatría deben complementarse con dibujos atractivos en colores brillantes y alegres; estos dibujos serán pintados en paredes y también en los techos para recrear la imaginación de los niños en su forzada pasividad.
Las oficinas, laboratorios y cocinas son resueltos con el color adecuado a la luz que reciban: marfil o rosa claro para las de iluminación natural intensa y verde-gris para aquellas otras de luz débil. En las habitaciones de enfermeras o personal femenino rigen los principios de la decoración de interiores; en ellas puede intervenir la preferencia o el gusto particular. En la sala de espera un fondo general en gris perla suave podrá ser animado por un rojo o un azul de tonalidad alegre o por ambos combinados.
Las cornisas, frisos y zócalos de las paredes forman parte de estas y deben ser resueltos con colores que armonicen con los de aquellas, pues los contrastes son inconvenientes; tanto estos como el ancho o la altura deben ser moderados, puesto que pueden alterar aparentemente las proporciones de la pieza. Los muebles, mesas, radiadores, etc., serán en colores que armonicen. Los lavaderos o piezas de esterilización es conveniente que sean blancos, para que asi se estimulen la limpieza y el orden.
El color habrá de ser usado siempre con conocimiento, para favorecer la recuperación de los pacientes y también para facilitar las tareas del personal.

viernes, 4 de noviembre de 2011

25. El Color En La Industria

El arquitecto o el ingeniero cuando conciben y preparan su proyecto solo se ocupan de cálculos, distribución, materiales y requerimientos de la construcción, pero se desentienden de los de carácter industrial: situación de elementos, puestos de trabajo, color de la maquinaria, etc, para los que ellos proporcionan el fondo y que en realidad habrían de ser el punto de partida de su estudio. Antes de preparar el esquema de color es indispensable que sean sometidos al técnico constructor todos los problemas y necesidades para que este lo estudie y resuelva. Los especializados en construcciones para la industria deben conocer los principios científicos y psicológicos del color y de la luz para estar en condiciones de poder resolver por si mismos el esquema funcional del color; en el caso de que no posean estos conocimientos o de que carezcan de un buen sentido del color habrán de ser asesorados por un experto que oriente y concrete este estudio. Para abordar este será imprescindible que el local, tanto si es de nueva construcción como si ya se trabaja en el desde hace tiempo, este completamente limpio y libre de objetos; una nave industrial sucia y llena de estorbos no deja ver sus problemas ni puede facilitar una labor creadora.
Los techos con huecos de cristal en su estructura pueden afectar al esquema de color según sean transparentes u opacos o estén limpios o sucios; el color de las vigas o soportes influye extraordinariamente y puede manifestar una tendencia fría o cálida según sea impuesta una de aquellas condiciones. Antes de adoptar el esquema será bien estudiada esta contingencia y se habrá de decidir si se mantiene el cristal tal como esta o debe ser cambiado. El cristal podrá ser pintado durante la temporada estival con un pigmento blanco que atenúe el rigor del calor y la actividad de la luz y luego despintando en el otoño para obtener un resultado opuesto.
Cuando son destacados los salientes estos aumentaran la impresión de altura en un local de techo bajo; en los de techo alto habrán de ser disimulados. Las esquinas de paredes que puedan recibir golpes o sufran muchos roces tienen que ser recubiertas por un ángulo protector resistente o de caucho.
El exterior de las fabricas no debe presentar un amontonamiento gris y sucio de fachadas, chimeneas, depósitos, tuberías, etc. Una fabrica actualizada debe producir una impresión visual agradable, con espacios limpios y animados por el verde reposado de la vegetación - si ello es posible – y con variedad de colores en los diferentes elementos del conjunto para que la sensación sea atractiva y esta se identifique con la eficiencia y el buen orden. Estos factores de aspecto influyen notablemente sobre el personal y crean en las vistas el mas favorable concepto sobre la atención y categoría de la empresa.
Los depósitos pueden ser en blanco, verde azul o rojo, o diferenciados, como las tuberías , de acuerdo con el código de identificación y asimismo las chimeneas; estas serán animadas por franjas anchas , horizontales, de blanco y rojo o verde. Las fachadas de los grupos constituidos por las diferentes secciones de la fabrica serán pintadas en relación con su producción o función con blanco neutralizado, crema, beige, azul verde, naranja claro rosado o rojo agrisado para que el conjunto ofrezca una impresión variada, sin monotonía y produzca una buena sensación de adecuación y encaje en cada instalación. Las áreas o partes mas atractivas serán pintadas con colores focales y requirentes y las menos agradables con los mas pasivos para que la vista no sea atraída por estos.
En las fabricas modernas se concede gran importancia a la puerta principal o hall de entrada porque esta es la primera impresión que el visitante recibe y la que predispone su animo en un sentido favorable o actúa, por el contrario, de manera adversa. El tono de esta bienvenida puede crear una reacción positiva o negativa que en el primer caso aun podrá mejorarse y en el segundo será difícil mejorar. El acceso de entrada en una fabrica no tiene que ser tan suntuoso como el de un banco o mansión aristocrática, porque esto seria excesivo y anacrónico en una instalación industrial, pero tampoco habrá de ser ruin, sordico o estrecho como el de una vieja hacienda; su aspecto será sobrio, amplio, sencillo, armonizado con buen gusto y debe tener la dignidad de un lugar de trabajo.
El tipo de su decoración habrá de estar acomodado al trafico o movimiento que tenga el hall; si este sirve como paso para el personal de talleres, oficinas, etc., será decorado anteponiendo la función al aspecto, aunque sin daño para el buen gusto. Cuando el edificio este situado en una zona árida o calurosa, o en el caso de que la industria sea generadora de calor, deben utilizarse los colores fríos, pero sin olvidarse que si se pretende crear una sensación de bienestar, esta se producirá mas fácilmente por los cálidos. Debe estudiarse bien el color del suelo y su material, y la pintura de puertas, radiadores, etc., para que el esquema general sea unificado y armónico.

24. Ideas para esquemas

La selección del esquema de color para un interior debe estar basado en cuanto ya ha sido expuesto, y puede ser también facilitada encontrando la respuesta del problema en los colores de un cuadro, de un tejido, de un empapelado, de una alfombra, de una flor, de un jarrón, mosaico, etc., o de la naturaleza.
Si la resolución de un esquema se fundamenta en un cuadro o pintura, analícese esta observando la proporción o extensión de los colores principales; el color dominante por su extensión será seleccionado para la mayor superficie de la habitación o paredes a una intensidad conveniente, el segundo color en importancia podrá ser destinado para suelos y cortinajes, el tercero para los muebles de tamaño amplio y el cuarto, que tendrá el color mas intenso, para accesorios, elementos de poco tamaño, muebles auxiliares, dibujos de la tapicería, etc.
Con este sistema, o alguno similar, podrán ser obtenidos resultados atractivos y de gran belleza y distinción, pero lo importante es que se posea un sentido del color; este se puede adquirir y desarrollar por el conocimiento de las cualidades de los colores y por una constante observación y análisis para poder diferenciar los contrastes y variaciones mas sutiles, tanto en los matices como en los valores.
El propósito selectivo, como ya hemos dicho, no esta basado solamente en factores psíquicos y de preferencia, sino también en otros diferentes, como finalidad de la habitación, iluminación, estilo, etc., y también en lo que se desee que cada pieza resuelva y exprese. El carácter de estas puede ser formal o informal, masculino o femenino, tranquilo o estimulante. En la habitación formal se usan colores apagados o ricos de cualidad; los primeros expresan serenidad y reserva, y los segundos gracia y empaque. En la informal son usados los colores vivos y claros. La habitación masculina debe tener colores agrisados en matices intensos: tostados, pardos, verde oliva, musgo, rojo oscuro y colores vivos en acentos con texturas rugosas o ásperas. En la femenina se utilizan colores apagados y polvorientos: azules, verdes y violetas en matices pastel claros y texturas suaves. En las piezas de descanso se hace uso de los colores fríos y reposados: azules y verdes suaves agrisados y tejidos con dibujo pequeño. En las alegres y estimulantes no deben ser utilizados los colores en grandes áreas que armonicen por analogía, como verde y azul, por ejemplo, sino los colores vivos, claros y contrastados en valor, como un rojo-naranja algo opuesto a un verde-azul oscuro.

viernes, 28 de octubre de 2011

23. Selección del color.


Al escoger los colores del esquema de un interior será necesario considerar las reacciones emocionales que aquellos producen. Como hemos visto, ya ha sido demostrado como cada pasión y afección de la mente humana tiene su color y que este tiene gran efecto en la expresión de aquellas; aumenta la alegría, calienta el amor, inflama la rabia, profundiza la tristeza, etc. El color, es para una minoría una simple atracción de cualidad estética, pero en la generalidad, o sea en el mayor numero de personas, provoca una respuesta de agrado o desagrado, calma o excitación, frío o calor o una asociación de ideas con la alegría, la tristeza, el fuego u otros sentimientos positivos o negativos.
En la selección interviene, además, una razón de preferencia que tiene gran relación con la personalidad. Los investigadores dividen a los seres humanos en dos grupos; uno que esta supuesto por aquellos que prefieren los colores cálidos y bien saturados, y otro que gusta de los colores fríos y apagados; los del primero son extrovertidos, de carácter abierto, optimistas y tienen reacciones rápidas, y los del segundo son introvertidos, poco adaptables a las sugestiones del mundo exterior, reservados y de carácter melancólico.
Independientemente y al margen de lo psicológico, la selección del color se basa en razones de tipo social, cultural y económico y en otras de iluminación, reflejo, cualidad de los colores y finalidad de cada pieza. La opinión ajena sobre nuestro nivel de vida y el gusto general o del momento, la propia sensibilidad, la educación y cultura y las posibilidades económicas y de costo son factores que asi mismo tienen importancia.
Al escoger un esquema lo primero en considerar es la procedencia de la luz. Las habitaciones que reciben la luz del sur, sin sol, requieren colores cálidos del grupo amarillo-rojo: beige rosado, rosa pastel, limón, etc. Las que tienen luz del norte, con bastante sol, necesitan colores fríos del grupo verde-azul-violeta: gris perla, verde, azul verdoso, azul pastel, etc.
En las habitaciones orientadas al este ( salida del sol ) los colores se hacen mas duros, y por ello son usados los suaves, como grises pastel, perla, azulado, marfil, crema claro, etc. En las orientadas al oeste ( puesta del sol ) los colores se hacen mas cálidos, siendo útiles en este caso unos matices suaves algo fríos, como azul cielo, verde azulado, tilo, etc. Las habitaciones en que se vive mucho tiempo son resueltas con colores tranquilos y sedantes; los estimulantes son usados para aquellas en que se vive poco. Un living, o sala de estar o comedor que sea ocupado muchas horas requiere matices algo ricos y contrastados que sean alegres y animen; en un dormitorio son usados colores suaves y reposados, y en un cuarto de niños, los colores vivos y con buen contraste. Estos principios son genéricos y deben estar supeditados a las reacciones psicológicas de los ocupantes y a motivaciones del gusto. Un interior ha de ser personalizado por la expresión del gusto individual, pues casi todos tenemos una preferencia por determinados colores; por lo general, los jóvenes se inclinan por los colores alegres, mientras que las personas maduras gustan de matices reposados. Los hombres prefieren colores mas fuertes y oscuros que los que agradan a las mujeres.

viernes, 21 de octubre de 2011

22. Color y arquitectura.

Color En La Arquitectura
Los colores juegan su papel en el curso de una vida, cada color tiene su importancia y los colores en su conjunto ayudan para asegurar una vida normal, por ello no nos equivocamos al decir que el estimulo creado por un color especifico responde al organismo entero, según un esquema especifico la visión constante de unos colores que luchan entre si, o la de un esquema de colores discordantes con el sentimiento o gusto, puede producir los efectos deplorables en nuestra constitución orgánica; en fabricas y oficinas se ha comprobado que reduce la eficiencia del operario, burócrata o técnico y aumentan el absentismo, y en los hospitales y en clínicas como actúan agrabando o retardando la curación de las dolencias.
La ambientación de los lugares de trabajo debe responder a normas que van mas allá de lo puramente decorativo, se debe proporcionar un ámbito que de al trabajador una sensación de calma, que facilite su concentración en su tarea y estimule su eficiencia y rendimiento en la misma.
Para conseguir situaciones optimas deben considerarse la calidad de la luz ( natural o artificial ) y la reflexión que esta otorga a las superficies coloreadas evitando asi los efectos de deslumbramiento.
La máxima claridad proviene de pintar los cielorrasos de blanco. Si los pisos y elementos de equipamiento son relativamente oscuros ( reflejan entre el 25% y 40% de la luz ) las partes superiores del ambiente deben tener una capacidad de reflexión del 50% al 60%.
La ausencia de colores contrastantes fatiga la vista al poco tiempo y hay que neutralizar esta posibilidad de cansancio, considerando que no se produzcan contrastes duros en el campo visual del trabajador con lo que disminuyen sus posibilidades de visión.
El verde es un color muy empleado en ambientes industriales combinado con tonos azules. Sugiere tranquilidad, serenidad, da descanso a los ojos de quienes trabajan en interiores.
Un ambiente verde azulado, tiene buenas condiciones de reflactancia, pero aparece un tanto frío ante la luz artificial.
La temperatura del ambiente debe contrastarse para hacer mas confortable psicológicamente el lugar de trabajo, por lo tanto, si la misma es elevada debe optarse por los colores fríos , (verde, azul) y elegirse tonalidades cálidas ( durazno, marfil, crema ) si se trata de temperaturas bajas.
A su vez las dimensiones del lugar pueden aumentar o disminuirse visualmente con el empleo del color. Un color claro y único contribuirá a agrandarlas, mientras que en el caso opuesto, una altura excesiva se atenúa dividiendo los muros en sectores horizontales, pintando el superior con un color oscuro que continúe en el cielorraso.
Para aquellos sectores donde se realicen operaciones delicadas o de gran precisión es conveniente pintar el fondo de estos con un color contrastante al utilizado en forma general.
En lo referido al mobiliario y a los elementos de equipamiento al menos que ocupen grandes superficies, pueden seguir la tonalidad general. Los marcos de las ventanas y puertas si se los pinta con tonalidades mas claras que la de las paredes disminuye el contraste que se establece con la luz que entra desde el exterior.
Un dormitorio requiere colores suaves y de descanso con poco contraste, mientras que un living admite mas contraste , valores ricos y colores alegres .
Para que una habitación sea clara los colores deben ser claros, un matiz inteso podrá ser efectivo en cualidad, pero reduce notablemente la claridad de la pieza, factor que debe ser considerado en primer plano.
En las piezas pequeñas no deben ser utilizados los colores cálidos , por la cualidad saliente de estos , tampoco en las grandes los fríos, porque estos, por su cualidad entrante harán que aquellas parezcan mayores aun.
Cuando los ocupantes de una pieza son temperamentales o nerviosos, deben seleccionarse aquellos esquemas en los que tengan predominio la cualidad fría, y si por lo contrario, son muy sensitivos e introvertidos, serán los colores cálidos y estimulantes .
Los colores puros son siempre insoportables; un azul intenso es deprimente, un amarillo puro agobia y un rojo brillante crea la máxima excitación. Los suaves verdes , rosas, marfiles, cremas, oros, que sean claros y neutros producirán una sensación fresca, darán el toque ,y crearan mas el ambiente propio para la estabilidad emotiva.
El arquitecto conoce como usar cientificamente el color para conformar una habitación mas cálida o fría, mas grande o pequeña, mas alta o baja o mas reposada o inquieta.
El concepto del color ya no se considera como un simple valor estético o decorativo, sino como un medio para obtener los mejores resultados funcionales y de ambiente en un bien acordado ajuste con la luz, con los materiales y con las líneas.
Existe un empleo convencional de los colores, basado en motivaciones psicológicas, significados simbólicos o emocionales, indicativo de determinadas situaciones que pueden darse en ambientes de trabajo. Se utilizan entonces con fines de seguridad y si bien no sustituyen a buenas medidas para prevención de peligros, sirven para identificar riesgos específicos si su uso esta normalizado.
En señalización luminosa el rojo es el color mas fácilmente reconocible, le siguen el verde, el amarillo y el blanco. El púrpura y el azul, son mas difíciles de distinguir, pero en materiales opacos el amarillo es el color mas visible, seguido del naranja.
El azul, en cambio, es algo difuso. Las combinaciones mas apropiadas por su legibilidad son el negro sobre amarillo, rojo sobre blanco, blanco sobre azul, negro sobre blanco. Las combinaciones de rojo y verde y de rojo y azul son deficientes.
A continuacion podremos observar distintas situaciones arquitectonicas relacionadas con el color, dado que cada una presenta sus particularidades. Exteriores arquitectonicos, hogar, industria, oficinas, escuelas, hoteles, supermercados, establecimientos, restaurantes, cafeterias, hospitales y clinicas.
Exteriores Arquitectonicos
El arquitecto se interesa mas por los problemas que le plantea la forma que por los del color, y se resiste a admitir que es este ultimo el que anima y destaca la construcción , el que crea un interés y requiere la respuesta emotiva del espectador.
En los exteriores y fachadas será siempre inconveniente la utilización de colores puros en su mas elevada intensidad, estos cuando son muy saturados, tienen un carácter de ingenuidad primitiva y son ofensivos para la sensibilidad. Los colores deben estar en relación con el ambiente, con la forma, con la región o localización del edificio y también con las cualidades estructurales y la sensación de peso, espacio, y distancia; el color rompe toda impresión de monotonía. Los colores vivos, solo deben ser utilizados en superficies de pequeñas dimensiones y habrán de ser armonizados con los otros colores y tonos del conjunto.
El uso del color en la arquitectura de exterior no puede ser orientado por el deseo de crear una reacción psicológica impresionante . El debe ser ajustado a las cualidades de la forma, a la que de el se quiera obtener, a las cualidades de uso o destino de la edificación y a la atmósfera climática local.
El Color En El Hogar
El color es el factor mas positivo en la decoración de interiores, porque, como ya sabemos, por su simple acción se pueden aclarar habitaciones oscuras, atenuar el efecto deslumbrante de las muy iluminadas, reducir o ampliar espacios, rectificar proporciones, calentar piezas frías, refrescar las cálidas y dar vida a lo apagado y variedad a lo monótono. El color, aliado con la luz, es el mas potente generador de descanso, confort y satisfacción; en la agitada y compleja vida de nuestro tiempo el hogar es el oasis que brinda calma al espíritu, sosiego a los nervios y relajación al cuerpo físico.

21. Policromía arquitectónica: posturas teoricas de los siglos XIX y XX

El lenguaje arquitectónico tiene en el color a uno de sus principales componentes. No sólo como aporte estético que despierta nuestras fibras emocionales más íntimas sino también cumpliendo otros importantes roles, tales como la transformación de espacios de difícil legibilidad en lugares armónicos y la identificación de áreas determinadas. El presente escrito intenta mostrar la evolución del marco teórico al respecto, en el transcurso de los siglos XIX y XX, considerando que históricamente recién se comenzó a tomar verdaderamente en cuenta el concepto de policromía arquitectónica en el pasado siglo. La obsesión por la historiografía propició la proliferación de estudios y viajes a Grecia, Italia y España, redescubriéndose el uso del color aplicado en templos clásicos, los revestimientos de mármol del gótico veneciano y la policromía de la Alhambra de Granada. El siglo XX tiene en Gaudí al arquitecto precursor del resurgimiento del color, natural para un sitio como Barcelona, comenzando de esta manera una enorme y variada etapa productiva en este campo. En la posguerra, se libra una ferviente batalla a favor del uso del color "como medio de liberación de la arquitectura de la camisa de fuerza del gris sucio" -expresión de Bruno Taut. También los movimientos pictóricos de vanguardia de este período influyen en gran medida en la arquitectura, destacándose el uso de los colores primario, gris y negro del neoplasticismo. En contraposición, el esprit nouveau de Le Corbusier revaloriza el blanco de cal en una especie de couleur type. La Bauhaus, en cambio, mantiene los grises dominantes de las nuevas tecnologías. De esta manera, el mito de lo nuevo, el arte como cambio y novedad, se constituye el punto de partida para un inmenso panorama de continuaciones, revisiones, evoluciones y críticas que se sucederían hasta los setenta. El movimiento moderno sigue su curso en el período 1930-1950, pero con apariciones esporádicas de nuevas propuestas. El brutalismo es una de ellas, constituyendo la expresión viva de los materiales e instalaciones sin ocultamientos, destacándose por el uso inteligente del color la Unidad de Habitación de Marsella de Le Corbusier. Entrando ya en los sesenta, la arquitectura moderna sufre serias críticas en cuanto a la pérdida de su capacidad connotativa, considerándosela demasiado anónima, repetitiva, abstracta y técnica. Para superar esta situación, deberá recurrir a la historia, al símbolo y la metáfora. De esta manera la arquitectura de los setenta y los ochenta, denominada posmoderna, tuvo como protagonista a la fachada, en una suerte de edificio-anuncio transmisor de mensajes. Los colores primarios son sustituídos por las cuatricromías de los comics, entre otros de los recursos expresivos del pop art empleados. Así arribamos a los noventa, década que se caracteriza por la multiplicidad de experiencias, de convivencia de posturas estéticas disímiles que abarcan un amplio espectro, desde la revalorización del purismo moderno pero con connotaciones regionalistas hasta las distorsiones deconstructivistas, cada una con su coherente y particular uso del color.

lunes, 10 de octubre de 2011

20. Arcana simbología de los colores.

Desde el hombre prehistórico que ilustraba sus cavernas representando escenas de caza en matices rojos y ocres, las diversas culturas han mostrado un vivo interés por los colores, a los que han atribuido simbologías más o menos coincidentes.
Los Magos Caldeos
Creadores de la Astrología, los magos caldeos observaban estrictamente los colores que personalmente les correspondían. Asi, en sus ceremonias se revestían según los siguientes planetas:
SOL- Túnica de seda mezclada con hijos áureos, formando verdaderos panes de oro.
LUNA- Similar a la anterior pero sustituyendo los hilos áureos por hilos de plata.
MERCURIO- Tejido amarillo claro, con fondo anaranjado.
MARTE- Tejido escarlata brillante, con matices de carmín.
VENUS- Azul celeste, con matices verdes y reflejos irisados.
JÚPITER- Azul violeta cubierto de puntos plateados.
SATURNO- Verde ceniciento.
URANO- Azul marino.
NEPTUNO- Indigo.
VULCANO- Túnica imitando fuego.
Por lo que respecta a las constelaciones, también se las asociaba con determinados colores que, en sentido positivo o negativo, tenían respectivamente la siguiente simbología:
ARIES Y ESCORPIO- Color rojo. Tolerancia. Intolerancia.
TAURO Y CAPRICORNIO- Color azul. Creatividad. Depresión.
GEMINIS- Color violeta. Armonía. Confusión.
CANCER Y ACUARIO- Color verde. Equilibrio. Inestabilidad.
LEO- Color naranja. Amor. Celos.
VIRGO- Color turquesa. Amistad. Distanciamiento.
LIBRA- Color amarillo. Confianza. Temor.
SAGITARIO- Color verde-amarillo. Alegría. Tristeza.
PISCIS- Color azul marino. Seguridad. Inseguridad.
Por otra parte, según ptolomeo, los aspectos formados por los astros en su recorrido por el Zodiaco podían considerarse como de coloración roja, azul o verde.
Los aspectos rojos (cuadratura y oposición) materializan. Toman y dan energía. Son una fuente de poder pero pueden serlo de conflicto. Corresponden a la cualidad Cardinal.
Los aspectos azules (sextil y trígono) dan seguridad. Muestran aquello a que se es merecedor y que se puede conseguir. Corresponden a la cualidad Fija.
Los aspectos verdes (semisextil y semi-cuadratura) significan habilidad para aprender y motivación para la investigación profunda. Corresponden a la cualidad mutable.
Finalmente, los colores amarillo y naranja se atribuyen a la conjunción y su cualidad depende de los planetas que la forman.
Cromoterapia China
La influencia cromática fue conocida ya en el antiguo Egipto, en el cual los sacerdotes de Thot, dios de la sabiduría, representado con cabeza de ibis, ejercían ya la curación mediante colores, terapia que también se utilizó en otros países.
El célebre misionero occitano Evarist Huc, que en el pasado siglo exploró la China, la Tartaria y el Tíbet, dio cuenta de las curaciones mediante la utilización de diversos colores, como pudo observar en aquellos países.
Según la antigua sabiduría china, la Naturaleza está constituida por cinco tendencias, representadas por otros tantos materiales que, cumpliendo un ciclo siempre renovado, dan lugar a todo lo que existe. Estos cinco elementos son los siguientes:
- El fuego, que engendra la tierra.
- La tierra, que engendra el metal.
- El metal, que engendra el agua.
- El agua, que engendra la madera.
- La madera, que engendra el fuego.
A cada uno de estos elementos se les atribuye un color relacionado con las estaciones, factores ambientales, crecimiento y desarrollo, sabores, orientación cardinal y las siguientes características:
ROJO: Vivaz y activador, es símbolo de fuerza, pasión y destrucción.
AMARILLO: Es el color del intelecto y de progreso económico, fama, triunfo, nobleza y amistad.
BLANCO: Bondad y pureza.
NEGRO: Color negativo. Simboliza miedo, mal.
VERDE: Color relajante Simboliza esperanza, renacimiento, energía, crecimiento, juicio claro y equilibrio.
Partiendo de esta simbología el cromoterapeuta chino decide aplicaciones, pudiendo utilizar tarjetas de colores, microtriángulos, arcillas bioenergéticas, etc.
También según la medicina tradicional china, tienen los colores diversos efectos en la estimulación de los puntos de acupuntura:
El violeta es el color que gobierna todo el sistema nervioso y psicológico, utilizándose fundamentalmente sobre el Tu Mo o Vaso Gobernador.
El color naranja estimula el aumento de energía.
El lila, aplicado sobre los meridianos triplecalentador o del intestino delgado, es depurador y regulador térmico.
El amarillo es el color de la regulación interna, particularmente de la mujer.
El amarillo verdoso, aplicado sobre todos los puntos relacionados con la digestión, favorece el equilibrio energético.
Junto con el anterior, el color rosa, es utilizado preferentemente en la regulación de la piel.
El color rojo tiene efecto vivificante, debiendo ser aplicado sobre Ching del pulmón y Meridiano de intestino grueso.
Filosofia Sanscrita
Si la Acupuntura se basa en la existencia de unos circuitos energéticos, según la filosofía sanscrita, la energía vital forma en distintos centros del cuerpo humano remolinos o vórtices denominados "chakras", palabra que en sánscrito significa "ruedas".
El nombre de cada chakra, su localización, COLOR, función psicológica y emoción característica son los siguientes:
-Shasrara. Coronilla. VIOLETA. Entendimiento. Felicidad.
-Ajna. Frente. INDIGO. Intuición. Ensoñación.
-Vishudha. Garganta. AZUL. Comunicación. Conexión.
-Anahata. Corazón. VERDE. Amor. Compasión.
-Manipura. Plexo solar. AMARILLO. Voluntad. Alegría.
-Swadhisthana. Bajo vientre. NARANJA. Deseo. Llanto.
-Muladhara. Coxis. ROJO. Supervivencia. Serenidad.
Los Druidas
Entre los celtas, antes de la invasión romana, el Druida no fue un sacerdote ni un sacrificador, sino un filósofo y un metafísico digno de los pitagóricos, que supo introducirse en los secretos del Cosmos y se esforzó en comprenderlos.
Cuando llegaban las épocas sagradas, se reunía la terniaría espiritual en el centro apartado del bosque o en la gruta que encantaban Gaea y la fuerza anímica del oso. Allí, el Druida, presidía la reunión recubierto de lino blanco, símbolo de la luz total y de la pureza. Le rodeaban los Ovates, vestidos de lino teñido verde, y los Bardos, vestidos de lino rojo o a veces azul. El verde era uno de los atributos del sabio que buscaba e intentaba aplicar las leyes de la materia y de la vida y que servia de intermediario entre el pueblo, los Sarónidos de los cultos primarios y el maestro metafísico. Era entoncés cuando el Druida, después de haber segado el muérdago con la pequeña hoz de oro, preparaba la célebre poción mágica.
Los cinco colores de la alquimia
Según el psiquiatra suizo contemporáneo Carl G. Jung, los alquimitas estaban principlamente interesados en el desarrollo de la psique y daban a los colores un significado relacionado con las etapas de la vida, cuya evolución la representaban en forma de cruz.
Partiendo del "nigredo" (negro), símbolo de la oscura materia, de la nada, la vida se inicia con el "albedo" (blanco), símbolo de la inocencia; pasaban el "citrinitas" (amarillo), símbolo de la adolescencia y de las ilusiones; luego el "rubedo" (rojo), símbolo de la juventud y de la acción, para alcanzar finalmente el "coeruleus" (azul), símbolo de la madurez y la contemplación.
Las Catedrales
Guillaume de Digulleville, prior cirteciense y poeta francés del siglo XIV, tuvo una visión en la que un ángel le explica: "Hay tres colores principales, verde, rojo y dorado; están juntos en diversos trabajos de seda tornasolada y en las plumas de muchos animales, como el pavo real, se atribuye al Dios Padre; el rojo, al Dios Hijo, porque Él derramó su sangre; y el verde, al Espíritu Santo, color que reverdece y conforta".
Ya desde la época gótica, la iglesia se sintió atraída por los colores más vistosos. Los ventanales de las catedrales constituyeron una verdadera sinfonía de colores que, se subordinaba al afecto general, exactamente lo mismo como hace una orquesta con una sinfonía de sonidos. En muchas de ellas, se representaba a San Juan Evangelista con un bello hábito verde, color que simbolizaba la resurrección, la caridad y la sana alegría.
La influencia de la luz de diversos colores filtrada por las vidrieras e iluminando a los feligreses no puede ser desdeñada.

19. Test de los colores.

Los psicólogos están de acuerdo en que los colores afectan la sensibilidad e influyen en el comportamiento. La preferencia por un color o por otro, o por las diferentes combinaciones de unos y otros, permite hacer un retrato psicológico bastante fiel. Basado en este principio, el siguiente test trata de revelar el carácter, según edad y sexo.
Color Preferido Y Valoracion
Hombres de menos de 30 años:
VIOLETA- Seductor y, a veces, indiferente. Fácil éxito entre las mujeres.
INDIGO- Audaz. Facilidad desconcertante para ganar y gastar dinero.
AZUL- Inventivo. La indolencia impide obtener el éxito bien merecido.
VERDE- Jugador. Espíritu práctico que permite crear rápidamente una buena situación.
AMARILLO- Espíritu brillante pero superficial. Necesidad de una mano que le dirija firmemente.
NARANJA- Artista. Gusto por la decoración. Afeminamiento.
ROJO- Mal dominio de las pasiones. Capacidad de sacrificarse por los amigos.
BLANCO- Brusco e intransigente. Prejuicios. Generosidad.
NEGRO- Nerviosismo pero autodominio. Espíritu de iniciativa.
Hombres de más de 30 años:
VIOLETA- Idealista. Desarmado ante la vida. Habla poco pero escucha bien, calidad bastante rara.
INDIGO- Orgullo. Sangre fría. Buen amigo y temible enemigo.
AZUL- Extravagancia, sobre todo en las artes. Extrema independencia que a veces perjudica.
VERDE- Irritabilidad. Aparente maldad, debida a no saber dominarse.
AMARILLO- Buen conversador que se apropia de las ideas ajenas. Sentido de los negocios.
NARANJA- Autoritarismo y orgullo. Desarrollado sentido de la justicia.
ROJO- Voluntad tenaz. Dedicación plena al hogar o al trabajo.
BLANCO- Galantería. Excelente mayordomía. Viviendo en el presente, permanece atado al pasado.
NEGRO- Egoísta que sabe dominarse. Eterna interrogación por todo.
Mujeres de menos de 30 años:
VIOLETA- Distante pero fiel. Espíritu más formado que las mujeres de esta edad.
INDIGO- Equilibrio pero a veces arranques súbitos. Capacidad mediumnica.
AZUL- Afectuosidad, adicción. Independencia extremada que a menudo perjudica
VERDE- Desorden. Muchas ideas pero sin saber realizarlas adecuadamente.
AMARILLO- Espontaneidad y audacia. Necesidad de prudencia en momentos graves.
NARANJA- Celos. Gusto muy pronunciado por la familia y la infancia.
ROJO- Exuberancia. Extroversión. Afición por la danza y la música rítmica.
BLANCO- Soñadora, sentimental. La timidez impide vivir los sueños.
NEGRO- Orgullo. Necesidad de ser notada. Gran sinceridad de sentimientos.
Mujeres de más de 30 años:
VIOLETA- Avidez por la cultura. Independencia. Preferencia por los hombres mayores.
INDIGO- Inteligencia y facilidad de asimilación. Poco interés por los hombres.
AZUL- Coquetería y algo de misticismo. Preferencia por los intelectuales más que por la gente sentimental.
VERDE- Impulsividad. Entrega profunda, pero desgraciado quien nos engañe.
AMARILLO- Glotonería, sensualidad y alegría. Buenas disposiciones para el teatro.
NARANJA- Originalidad. Gran actividad que conduce a amar a varios hombres a la vez.
ROJO- Despilfarro y pasión. Rechazo de la infidelidad en cualquier dominio.
BLANCO- Espíritu lógico. Examen del pro y el contra antes de emprender cualquier cosa.
NEGRO- Cinismo y diplomacia. Elegancia y distinción

18. Colores y personalidad.

Las investigaciones sobre la física, la bioquímica y la psicología de los colores han revelado fenómenos muy interesantes. Por lo pronto, la opinión de que los colores son un lujo de la Naturaleza, que se permite estos adornos para agradar la vista, no puede sostenerse. En primer lugar, porque el órgano de la visión no es el único sistema que percibe variaciones luminosas cromáticas.
Para demostrarlo, en la Universidad de Viena se verificaron diversos experimentos exponiendo a muchas personas, con los ojos vendados o ciegas, a la acción de lucex de diversa longitud de onda, que vale tanto como decir de diversos colores. Todos reaccionaron los mismo. La luz blanca no provocó ninguna respuesta. En cambio, las otras sí. Sin que ninguna pudiera verlas, la amarilla les hizo mover inconscientemente los brazos; la roja los atrajo, y la azul los repelió. De esto se deduce que las sensaciones cromáticas no solo entran en el organismo humano por la doble ventana de los ojos. Debe existir otro aparato receptor situado en la piel, en cierto modo semejante al de algunos seres inferiores.
Desde hace mucho tiempo, se sabe que los ciegos detectan las vibraciones de la luz mejor que quienes disfrutan de buena vista, lo que hace suponer que tales vibraciones actúan no solo sobre la sensibilidad, el ritmo respiratoria y la presión sanguínea, como ya es sabido, sino en muchas más facetas de las que generalmente imaginamos. Modernamente, asi lo ha confirmado la Psicología experimental, que atribuye a los diversos colores el siguiente simbolismo:
BLANCO: Síntesis de todos los colores, en sentido positivo significa perfección, pureza, verdad, inocencia, gloria, integridad, firmeza, obediencia, elocuencia, iniciación, perdón. En sentido negativo puede representar frialdad, poca vitalidad, vacío, ausencia.
El algunos países orientales el blanco es color de luto. En la naturaleza es el color de la nieve, de los lirios, de los pulcros cisnes. Es el color preferido por los decoradores porque da luminosidad y favorece la integración de cosas muy diversas.
VIOLETA: Abarca los matices conocidos como añil, índigo, violeta, lila y morado. Significa humildad, retiro, recogimiento, religiosidad, tolerancia, intuición, sabiduría, temperancia. Pero también nostalgia, melancolía, conformismo, soledad extrema. Color propio de los arrepentidos, penitentes, deprimidos, asi como de personas de débil vitalidad, frioleras, viejas antes de tiempo.
En el extremo de esta gama se halla el ultravioleta, cuyo significado es el misticismo y desenvolvimiento de facultades parapsíquicas.
ESCARLATA: Abarca los matices conocidos como carmín, carmesí, escarlata y púrpura. Significa grandeza, dignidad, sabiduría. Pero también indignación, dogmatismo, egoísmo.
ROJO: El más cálido de los colores, estimula y dinamiza. Significa fortaleza, amor, sacrificio, audacia, optimismo, victoria. Pero también sangre, fuego, agresividad, pasiones violentas.
NARANJA: El más generoso de los colores y punto de equilibrio entre la libido y el espíritu. Significa confianza en sí mismo, vigor, estímulo vital. Pero también puede significar tentación lujuriosa, orgullo, ambición.
AMARILLO: Color del sol y del oro, significa luz, inteligencia, constancia, nobleza. Pero también envidia, avaricia, hipocresía.
VERDE: Color de la Naturaleza en primavera. Significa esperanza, fe, respeto, servicio, amistad. Pero también angustia y ansiedad. Al veneno se le acostumbra a representar de color verde.
AZUL: El más frío e inmaterial de los colores. Color del infinito, del cielo y del mar, significa fidelidad, justicia, verdad, caridad. Pero también miedo, desvarío.
En Siria, el azul celeste es el color del luto, significando el cielo que se desea para las almas de los difuntos.
GRIS: Color del plomo, del tiempo lluvioso, de las rocas.
Como el beige y el marrón, es un color neutro que evoca un poder suave y sutil, el recuerdo de la infancia. Su significado es mucho más favorable cuando aparece limpio y claro que cuando es sucio y oscuro. Significa sensatez, experiencia, sentido común, justa medida entre mentalidad y emotividad, entre actividad y pasividad. Pero puede significar depresión, indiferencia, astucia y engaño. Las hojas secas al marchitarse adquieren el color beige.
NEGRO: Negación de todos los colores, simboliza la noche, la nada, el abismo, las tinieblas. Significa rigor, prudencia, honestidad, seriedad, elegancia. Pero también tristeza, luto, inconsciencia, odio.
Realce De La Personalidad
Los colores han acompañado siempre al ser humano, desde muchos milenios, en sus diferentes épocas y culturas. Ya en las tribus más primitivas, tatuajes y maquillajes de diversos colores han constituido una constante, si bien usados principalmente por los líderes para distinguirse del resto del pueblo. Los pigmentos que utilizaban eran extraídos de algunas plantas o de la tierra, como las sales de cobre y manganeso.
Época de esplendor en el uso de colores fue la de los faraones, en Egipto, donde empezaron a usarse los colores azul de lapiz lázuli, verde malaquita y rojo púrpura, este último extraídos de unos moluscos del Mediterráneo.
En la corte de Francia, en la época de los "Luises", los nobles, además de vestir diferente para distinguirse de la gente común, iban maquillados con la tez blanca, con polvos de arroz, párpados azules, labios rojos y un lunar tafetán, que según colocación significaba una cosa u otra.
Con la misma finalidad de realzar su personalidad, ya sea por el poder personal o por la fuerza del grupo, aun hoy se utilizan los uniformes de diversos colores y se procura distinguirse o elevar la altura de los gorros, aparatosos sombreros, etc. Por esto, socarronamente, la gente del pueblo advierte: Desconfiad de los que visten diferente de nosotros".
El Color De Los Vestidos
Se dice que "el hábito no hace al monje"... pero lo ayuda. Para numerosas comunidades religiosas, el color de los uniformes es simbólico: el blanco, por la pureza; el negro, por la austeridad; el carmín, por la dignidad.
La Psicología de los colores prescribe vestimentas teñidas con materiales naturales y con colores que jueguen su papel para el bienestar físico y moral.
Deberían evitarse las contradicciones. Asi, los colores vivos y cálidos (rojo, anaranjado y amarillo), en lugar de utilizarlos en verano, como es moda, deberían ser preferidos en invierno, por su acción antifatiga, estimulante y tónica. Del mismo modo los colores, muy llamativos, que suelen llevar las personas extrovertidas, deberían ser llevados por las introvertidas y algo melancólicas, a fin de que levantaran su temperamento.
En síntesis, los colores de las prendas de vestir podrían elegirse, en cada caso particular, según los siguientes efectos:
- Rojo. Ejerce un efecto tonificante, estimula las células cerebrales, acelera la circulación y excita el apetito y la combatividad. Por ello, solo debería llevarse en cortos periodos de competiciones deportivas o de grandes esfuerzos.
- Rosado. Crea clima festivo.
- Anaranjado. Para sentirse bien, optimista y aumentar el tono sexual.
- Amarillo. Estimula la energía, predispone al humor jovial, procura sensación de bienestar. Fortificando nervios y cerebro, es aconsejable en caso de pruebas intelectuales y afectivas. Algunos amarillos pálidos carecen de efecto, pero basta realzar un poco su tono para obtener una atmósfera cálida que evoca el oro y el sol.
- Verde. Color de la Naturaleza, es calmante de los nervios, tranquilizador.
- Gris. Color neutro que debilita las reacciones psicológicas. Para llevar durante periodos de grandes trastornos emocionales. No debe usarse en periodos demasiado largos.
- Azul. Produce un sentimiento de serenidad y tranquilidad.
- Violeta. Concilia los dos extremos del espectro (azul y rojo). Para hallar la calma y abrirse a los demás. Pero presenta un lado enigmático. Llevar permanentemente este color engendra fatiga, estreñimiento e indigestión crónica.
- Blanco. Hace a quien lo usa transparente a los ojos de los demás.
Todo color situado al lado de otro, ya contraste o se armonice con él, se ve transformado de manera increíble. Ciertos verdes pueden acentuar el enrojecimiento de la tez (porque el verde tiende a resaltar parcialmente su complementario, el rojo) o, por el contrario, subrayar la palidez. Si bien el rosa es generalmente considerado como un color que sienta bien, un rosa de color carne acentuará el color terroso del rostro. Algunos rojos vivos, en cambio, van sorprendentemente bien a estos géneros de piel. Y una mujer de tez brillante cuyos cabellos contrastan intensamente con el color de la piel, puede llevar un conjunto verde esmeralda o rojo bermellón.
El negro, negación de todos los colores, y el blanco, combinación de todos ellos, forman una categoría aparte que puede ir bien en toda ocasión. Sin embargo, cuando por la edad los cabellos se vuelven grises, hay que tener en cuenta que el negro hace palidecer el rostro.

17. Cromoterapia y elementos.

Entre los elementos que utiliza el cromoterapeuta tiene un lugar preponderante el agua solarizada. Ésta se obtiene muy fácilmente: basta exponer agua pura durante unas cuatro horas en una botella de vidrio del color deseado o, si no se dispone de ella, de una botella de vidrio incoloro teñida o envuelta en papel celofán con dicho color. Una vez cargada de vibraciones, esta agua se ha transformado en una "poción mágica" que hay que tomar con moderación.
Este mismo método se utiliza para preparar los aceites destinados a dar masajes.
Los Alimentos
La buena higiene de la vida pasa necesariamente por la alimentación. En la preparación de los alimentos también los colores tienen su importancia. Precursores de este dominio, los médicos tradicionales chinos escogen los alimentos en función de sus diversos colores. Asi, a fin de activar los distintos órganos, relacionan el corazón, el hígado, el bazo, los riñones y los pulmones respectivamente, con el rojo, el azul o el verde, el amarillo, el negro y el blanco.
Asi, alimentos como el tomate o el pimiento rojo sirven para fortificar las funciones del corazón, a condición de que hayan sido preparados con arte y amor. Sin embargo, al preparar el menú, hay que tener en cuenta la constitución y el temperamento del cliente, tanto como el sabor del menú preparado.
Por otra parte, hay que ir con cuidado con el color de la luz artificial. Una iluminación fluorescente tirando a azul podría transformar en desagradable una excelente comida. Un investigador sueco llevó a cabo un experimento destinado a probar este extremo. Convidó a unas veinte personas distinguidas por su carácter afable. La comida transcurría en un ambiente agradable y con buen apetito. De repente, siguiendo las órdenes del anfitrión, un ayudante pulso un conmutador y la iluminación normal de la sala fue reemplazada por una luz filtrada que alteraba notablemente el color ambiental. Aquél rogó a los convidados que no tuvieran en cuenta el incidente técnico y siguieran haciendo honor a la comida como si nada hubiera pasado. Pero a pesar de sus amables palabras los asistentes no tardaron en sentirse a disgusto. Los alimentos aparecían ahora de color negro y gris, como si los hubieran regado con tinta. Los espárragos parecían morados y los guisantes azules. Algunos no se atrevían a hincar el diente en vituallas de aspecto venenoso. La conversación languideció. De pronto, una joven exclamó histéricamente que se encontraba mal, sospechando que era debido al vino, cuyo sabor ya le había parecido sospechoso. Juzgando que el experimento había durado lo suficiente, el investigador le puso fin haciendo que se restableciera la iluminación normal. Los manjares recuperaron sus colores habituales. El anfitrión explicó los motivos científicos del experimento e instantáneamente los convidados recuperaron el buen humor y el apetito.
Que la presentación y particularmente el color de los alimentos tienen su importancia, no ofrece la menor duda. Instintivamente, el ama de casa, al preparar entremeses, los dispone de tal manera que el rojo de los rabanillos se acompañe del amarillo pálido de la mantequilla, mientras que en verde del perejil y el amarillo de la yema de huevo pongan en relieve el color de los tomates.
La secreción de saliva y del jugo gástrico se desencadena a menudo desde que los ojos registran la armonía o el contraste de los colores. Se ha comprobado que los platos policromos tienen gran éxito y provocan inmediato apetito. Como si se dispusiera de una paleta, el cocinero o el ama de casa pueden echar mano de colores que van desde el rojo de los pimientos, la remolacha, los rábanos, al verde de los otros pimientos, las lechugas y los pepinos, pasando por el amarillo de los limones, la yema de huevo o las mayonesas, y el blanco del arroz o de la raíz del apio.
La armonía de los colores también es de suma importancia en la mesa.